Quien iba a pensar hace menos de un año que yo estuviese inmersa en un curso como este. Yo siempre he sido una persona inquieta y aventurera profesionalmente hablando.
Todos evolucionamos, la sociedad evoluciona y, por supuesto, la educación y la manera de enseñar también deben de evolucionar.
Trabajo en un cole en el que no hay libros, trabajamos por temas que preparamos nosotras. No hablo de trabajar por proyectos porque es un pasito más al nuestro pero vamos camino de ello.
Digo que soy inconformista, sí, porque siempre busco el cambiar, mejorar, innovar. Pertenezco a un claustro en el que cuestan muchos los cambios, el innovar, el introducir las nuevas tecnologías. Pero tengo la suerte de pertenecer a un claustro virtual que hace que todos los días tenga ganas de aprender e introducir cosas nuevas en el aula. Se que muchas de ellas están a años luz pero es muy bonito aprender tantas cosas.
Gracias a ellas me he introducido poco a poco en las nuevas tecnologías: blog, códigos QR, realidad aumentada, PDI, miles de programas y ahora la robótica.
La motivación de los niños es increíble, ven códigos QR por todos los sitios, y la abejita les tiene muy enganchados.
Creo que ellos son el futuro y que el futuro es tecnología y debemos adaptarnos a ellos y a su manera de aprender. Introducir lo que llamamos el Pensamiento Computacional en el aula puede ser una herramienta muy enriquecedora para nuestro día a día. Nuestros alumnos han nacido y viven en una sociedad tecnológica y nosotros y nuestra manera de enseñar debe adaptarse a ella.
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